Luego el pobre chivato tuvo que rectificar pero no hubo nadie que le creyera. Yo he sido cazador en conversaciones que no debería oír: una vez me estaban preparando un regalo sorpresa y nadie se dio cuenta de que yo había llegado. Es probablemente una de las pilladas más comunes. Porque decir cosas inadecuadas ante gente que no debes o en momentos inoportunos es más habitual de lo que pensamos.
-
Archivo
-
Meta